
El sobrecalentamiento es en parte, por el uso de procesadores extremadamente potentes que los fabricantes no han podido controlar, pero también, a la influencia de otros muchos factores; el uso del GPS, jugar durante muchas horas o estar conectado a las redes sociales como si no hubiera un mañana, inclusive el hecho de enchufarlo para cargar la batería.
Los sobrecalentamientos en los circuitos electrónicos son peligrosos ya que pueden acortar su vida útil, además de crear violentos estallidos de temperatura en las baterías utilizadas por los smartphones. Recientemente, hemos conocido de los problemas del sobrecalentamiento en algunos dispositivos que llevan el procesador Snapdragon 810 de Qualcomm (entre ellos algunos de Sony y HTC) y hemos sabido de otros de menor importancia, comos los Exynos de la serie 7 de Samsung, que llevan los Galaxy S6 Edge y Edge+. Las soluciones aportadas hasta el momento son pocas y por supuesto, todas recaen en el software de los dispositivos.