A muchas personas que tienen un teléfono móvil Android, les atrae la idea de actualizar Android sobre todo cuando el fabricante se limpia las manos diciendo que no piensa actualizar nuestro dispositivo. Las actualizaciones normalmente nos proveen de mejoras, activar funciones del hardware que estaban desatentidas o inutilizadas, nuevas funcionalidades o simplemente características gráficas que mejoren la interface de nuestro sistema.
El problema está (y esto es lo que echa por tierra las ilusiones) en que modificar el teléfono siempre es un riesgo sobre todo si está en garantía, y la gente no se atreve por ello a cambiar de Android por ejemplo. El riesgo existe en todo en esta vida y lo que podemos hacer es prevenir en la medida de las posibilidades, y así minimizarlo. He de añadir que en la inmensa mayoría de los casos cuando se sufre un brickeo en un teléfono, siempre tiene solución sin ir al taller. Una de las averías mas comunes cuando de instala o actualiza el teléfono con una versión de Android personalizada, es la pérdida o corrupción de la carpeta EFS.