En muy poco tiempo los smartphones y las tabletas han pasado a ser el gadget de moda en nuestras vidas, dejando en segundo plano a las consolas y los ordenadores hasta un límite inimaginable. Pero estos artilugios necesitan energía como casi todo y de ellos y de la capacidad de generarla, hay un dispositivo que con el intenso tiempo de uso, ha creado un problema que cada día se vuelve mas acuciante: la pérdida del cargador.
Los cargadores de móviles al mismo ritmo que los dispositivos han disminuido de tamaño, ya que la miniaturización en esta industria es casi un proceso paralelo en todos los gadgets tecnológicos, pero también son mas sensibles a las sobrecargas de tensión y es muy fácil de que se estropee un cargador en poco tiempo, cosa que no sucedía mucho hace unos años.