
Últimamente es cada vez más habitual que todo tipo de instituciones nos envíen un documento en PDF editable para suscribirnos a cualquier cosa: un curso, una web, solicitar un documento oficial, etcétera, y éste documento necesita nuestra firma manuscrita. La verdad es que es un auténtico coñazo tener que rellenar un documento electrónico y después imprimirlo en papel para firmarlo y volverlo a escanear, por no decir lo absurdo que es en la práctica.